martes, 29 de enero de 2013

ANGELITO



Con tan sólo tres años y un nombre precioso de mes de calendario, partió sin más ruido, dejándonos como eco sus risas por los pasillos del hospital, compartiendo con todos su alegría con generosidad, jugando con todos los niños que compartían con ella ese espacio donde olvidan por un momento que están allí por estar enfermos. Unos compartieron con ella horas, otros días y otros más largo tiempo. 

Ella fue y volvió muchas veces, y cuando volvía era por una larga temporada, pero siempre adaptándose a los cambios de personas, a nuevos médicos y enfermeras, a nuevos compañeros de juegos, pero ella siempre con su risa en sus labios, y en todos dejó huella.

Pero ella volvió para no irse más, se despidió un día como siempre con la mano que no estaba sujeta a ese incomodo gotero que le servía de monopatín por los pasillos para llegar la primera para estar con nosotros y la última en irse en el toque de queda de la hora de la cena.

Y es que nos diste ejemplo a pesar de tu juventud recordándonos lo efímera que es la vida. Y a pesar de tu inocencia eras sabía en cómo disfrutar la vida, nunca una queja, nunca un llanto más allá de lo permitido y siempre cariñosa hasta con los desconocidos. 

Fuiste un angelito para todos nosotros, fue un privilegio el conocerte.

Ahora estés donde estés no sufres más, no más operaciones ni pinchazos, ahora solamente tendrás que jugar y dibujar como a ti tanto te gusta. 

Quiero que sepas que no te echaremos de menos porque siempre te llevaremos en el corazón. 

1 comentario:

Rosa dijo...

Precioso EMI.